Biodanza Diosas del Sur: Biodanza Diosas del Sur: UN LUGAR PARA VOS

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Biodanza Diosas del Sur: UN LUGAR PARA VOS

Biodanza Diosas del Sur: UN LUGAR PARA VOS

UN LUGAR PARA VOS

Si estas buscando un espacio donde encontrar amigos, pares, adultos con quienes compartir y crecer juntos, desde un enfoque proyectivo de vida, positivo, evolutivo, es aquí en Biodanza donde lo vas a hallar.
Porque si bien Biodanza se apoya metodológicamente en la trilogía música-movimiento-emoción, no tienes que saber bailar para tomar clases, porque justamente lo que buscamos es que tu, te encuentres con tu danza, tus movimientos genuinos y los puedas expresar.
Junto a los demás integrantes del grupo vas a chequear permanentemente como va mejorando tu vida de relaciones, con tus compañeros de trabajo, tus familiares, tus amigos, esto son realidades que vas a palpar en el transcurso de las clases y claro tu tienes solamente que ser constante para obtener los resultados.
El grupo es mixto, para adultos a partir de los 18 a., solo tienes que venir con ropa cómoda, ganas de bailar y pasar un tiempo agradable y enriquecedor en compañía.
Estas enterado de que si existe un espacio para vos, porque eres un ser único e irrepetible y mereces ser feliz. Solo tienes que tomar la decisión y llamarnos:

Prof. María Cristina Gyurkovits 011-4279-2241 / cel: 1532483738

Cultura en Barrios. Centro Cultural Lomas de Zamora, Boedo 1240 Lomas

PAUTAS BÁSICAS DEL TRABAJO GRUPAL

1. Todos los ejercicios promueven la integración del organismo, lo cual se traduce en una profunda sensación de armonía.
2. Se induce vivencias de vitalidad, sexualidad, creatividad, afectividad y trascendencia.
3. La clase no es interpretativa ni analítica.
4. El trabajo posee una teoría coherente y un modelo operacional.
5. Se respeta profundamente los niveles motores y emocionales de cada alumno.
6. Se trabaja con procesos de integración por intermedio del grupo.
7. Se trabaja con la fenomenología “aquí-ahora” y con situaciones sí.
8. La relación interpersonal se da en permanente realimentación. Cada persona debe informar la cantidad de proximidad que es capaz de aceptar. Cada persona es responsable de su límite de contacto. Nadie puede invadir el espacio privado del otro. El encuentro humano se produce en la correcta coherencia de señales que indican apertura o límite.
9. La clase tiene dimensiones sociales y ecológicas. Las vivencias de trascendencia son parte esencial de esta disciplina.
10. La técnica tiene fundamento científico. Se basa en las ciencias biológicas, en la etología, y los extensos estudios antropológicos.
11. La técnica “transforma” progresivamente la coraza caracterológica. Todo ejercicio de shock para “quebrar” la coraza o para disminuir bruscamente la tensión interna, no pertenece a la técnica. Los modelos catárticos están excluidos.

¿QUE ES LA INTELIGENCIA?

¿QUE ES LA INTELIGENCIA?

Durante años la ciencia concibió la mente como una gran computadora. Sin embargo las últimas investigaciones de la neurobiología han echado por tierra el modelo de un cerebro acético y mecánico. Los científicos han descubierto que la emoción juega un papel crucial en la capacidad de de razonar, y ahora ponen el acento en el dominio de los sentimientos para la inteligencia.
El corazón tiene razones que la razón no entiende. El proverbio ilustra la ambivalencia, clásica de la cultura occidental entre mente y pensamientos. Hoy sabemos que, a pesar de galopar o serenarse en sintonía con las emociones, el pobre corazón poco tiene que ver con ellas. Los enigmas sobre el funcionamiento del cerebro contribuyeron al cliché de que las emociones y la pasión nublan el raciocinio y son fuente de errores. La neurociencia comienza a vislumbrar que una mente fría -trazada a una imagen de un ordenador, capaz de bloquear las emociones-, primero, no existe, y segundo, no garantizaría una resolución acertada, sino todo lo contrario. La capacidad intelectual ya no es la clave de la inteligencia: un nuevo tipo de inteligencia, que contempla el conocimiento de las propias emociones y su dominio, es lo que distingue al buen razonador.
Entre otras cosas, esto significa que promociones enteras de jefes ejecutivos y generaciones de niños han sido evaluadas, clasificados durante décadas según categorías de inteligencia completamente ineficiente e irrelevante. Eliott, un enfermo con una importante cirugía cerebral a raíz de un tumor, cuyo caso reitera un antecedente resonante en el siglo pasado, contribuye a rebelar los mecanismos cerebrales por los cuales una persona puede tener altísimas marcas en test de inteligencia y sufrir una absoluta desconexión social, al borde de la estolidez. Pero, lo más importante, permitió rastrear cómo las emociones tienen una, localización precisa en el mapa del cerebro. (Entre ellas, el circuito de temor, la más primitiva y universal de las emociones, esta casi enteramente esclarecido,) De manera que se puede tener un cociente intelectual brillante y acabar vistiendo harapos. ¡Adiós a esos clásicos test que medían las luces a través de la resolución de ecuaciones matemáticas! Muy pronto importarás mucho saber como un niño reaccionará a la emergencia de un compañerito.
Los descubrimientos de la ciencia no son ajenos a los fenómenos sociológicos. Determinadas circunstancias hacen que una noción -y no otra- cuadre mejor con el medio y, por así decir, se ponga de moda. En ese extraño juego entre determinismo y azar se inscriben las grandes brechas científicas: algunas caducan, otras resisten al tiempo. Los tiempos que corren han sido declarados "La década del cerebro", porque es este órgano el que concentra el grueso de las investigaciones científicas en todo el mundo.
Daniel Goleman, editor del suplemento de ciencia del diario The New York Times, ha reunido las últimas investigaciones de la neurociencia en un volumen que se convirtió en best-seller en su país; Se trata de un libro que divulga las investigaciones más recientes y optimistas sobre la localización y funcionamiento de las emociones en el cerebro. En un estilo didáctico próximo a la autoayuda -ilustrado con casos clínicos verídicos o creados ad hot, el autor nos. presenta a la mayoría de sus parientes-, Goleman paseará por las librerías argentinas en los próximos días. Según es hábito en la cultura norteamericana, Goleman desarrolla las teorías y enseguida se concentra en la inmediata aplicabilidad de las investigaciones científicas: el buen matrimonio, el cargo vacante para un cargo bancario y la aprobación de los exámenes finales del College podrían intuir un test de maestría en emociones. El periodista destaca que la inteligencia emocional -la capacidad de adiestrar nuestras emociones en determinado contexto social, es decir, la conciencia de nuestra consciencia-», es lo que mayormente determina el éxito y bienestar general de los mortales. Y lo ilustra con un ejemplo c una persona con cociente intelectual aho consigue un empleo de jefe, pero 9010 el que tenga un cociente emocional alto será promovido.
Pero el libro de Goleman, cuyo impacto se vio reflejado en una tapa de la revista Time, solo reúne las experiencias y conclusiones de los especialistas en neurociencia. El término “inteligencia emocional” fue acuñado originalmente por un psicólogo de la Universidad de Yale, el doctor Peter Salovey, para designar una clase de inteligencia cifrada en la capacidad de dominio de las emociones. Esta inteligencia involucra atributos tan dispares como el celo y la persistencia, la capacidad de autoestimulación y no sucumbir al pánico. Según quienes los emplean, el test de medición emocional tiene la enorme ventaja de elucidar tempranamente aquellas áreas en las que el niño se destaca naturalmente. Salovey distingue cinco áreas de inteligencia emocional:
-La capacidad para conocer las propias emociones.
-La capacidad de manejarlas.
-La motivación propia.
-El reconocimiento de las emociones en los demás.
-El manejo de las emociones en un marco de relaciones sociales.
Los nuevos métodos para evaluar la respuesta emocional no siempre revelan una paridad con los test tradicionales de inteligencia: se trata de dos tipos de inteligencia bien diferenciados y no necesariamente correlativos.
En 1848, Phineas Gage, un capataz de dinamiteros, tuvo un accidente de trabajo cuyo desenlace todavía intriga e inspira a los científicos. Mientras trabajaba en un camino en Nueva Inglaterra, un hierro le atravesó la cabeza de abajo hacia arriba, horadando la mejilla izquierda y la base del cráneo. El hierro salió velozmente despedido por la cabeza con restos de seso. Pocos minutos después, Phineas bajó por sí solo de la carreta donde lo habían trasladado e incluso dijo algunas palabras. Capaz de hablar y caminar, dos meses más tarde fue dado de alta a pesar de sufrir tremendas infecciones.
Pero Phineas ya, no volvió a ser el mismo: sus gustos, sus sueños y aversiones habían cambiado por completo. A pesar de incapacidad motriz no mostraba menor secuela, su personalidad de hizo irrespetuosa, agresiva y sobre todo errática. “Un niño de su capacidad y manifestaciones intelectuales, Cage tiene las pasiones animales de una hombre fuerte” dijeron los médico de la época. Incapacitado para sostener un empleo digno, recaló como atracción de circo. Murió de repentinas convulsiones cerebrales doce años después del accidente. Aunque las circunstancias difieren, el caso del joven Elliott tiene muchos puntos en común con él. Una operación en la sección frontal, que no alteró sus facultades intelectuales “duras”, lo convirtieron en un inadaptado de conducta imprevisible, inválido para los sentimientos.
El neurobiólogo Antonio Damasio estudió estos y otros casos y publicó sus indagaciones en un libro de gran éxito. Editado en 1994 en los Estados Unidos, "Descartes error" (El error de Descartes, La emoción, la razón y el cerebro humano") fue traducido a doce idiomas y promovió la noción de una inteligencia vinculada con la capacidad de relación, lo que en la antigüedad se llamaba “atemperancia”, el dominio de las emociones, la conciencia de la conciencia. Nacido en Portugal Damasio se mudó a los Estados Unidos en 1976 con su esposa Hanna. Juntos crearon un laboratorio de ciencia cognitiva en el departamento de neurología de la Universidad de lowa.
Sobre el problema de Phineas y Elliott, Damasio llegó a la conclusión de que ambos sufrieron la eliminación de las conexiones fundamentales que ligan la neocorteza cerebral con una pequeña porción de la parte inferior del llamado sistema límbico, el cerebro emocional. Damasio no nada en aguas filosóficas, sino que critica el “cartesianismo” como símbolo de un conjunto de ideas acerca del cuerpo, el cerebro y la mente. Desde el campo de la neurobiología, refuta la noción filosófica que proclama la separación entre el cuerpo y el pensamiento y que defiende una razón lógica como fundamento infalible de la razón humana.
En un reportaje recientemente publicado en el diario Folha de San Pablo, Damasio explicaba su respeto hacia quienes trabajan con la inteligencia artificial, pero advertía que esto no debe ser visto como una tentativa de crear un raciocinio semejante al del ser humano. "Nuestra mentalidad, nuestra humanidad y nuestra espiritualidad se asientan sobre un organismo, que es muy complejo", explica Damasio. "La mayoría de las personas considera la emoción como separada de la razón. Yo argumento que, cuando tenemos una emoción, tenemos inevitablemente y al mismo tiempo una apreciación del estado de nuestro cuerpo y del estado de nuestra mente. A esta apreciación yo la llamo sentimiento".
Durante años, la ciencia quiso creer que el cerebro se aproximaba al de una computadora: sus 100 mil millones de células se parecían a los circuitos electrónicos del hardware. Pero hoy se sabe que el cerebro es una organización mucho más compleja y no especializada, con una base de gran creatividad. Por ejemplo, para el sencillo trámite de identificar una rima, el cerebro puede funcionar por los menos de dos maneras distintas: es decir, puede optar. No es un desván o un disco, donde guardan conocimientos al alcance de la conciencia, funciones como la memoria, el lenguaje o la inteligencia. Tampoco es un diccionario que almacena palabras en el orden convencional de un alfabeto, sino que hace las entradas por relaciones y semejanzas. Las emociones juegan un papel clave en las relaciones. Las experiencias de Damasio sugieren que el cerebro elige las palabras como se investiga un tema en distintos volúmenes de una biblioteca: todos esos libros ocupan un estante, en el hemisferio izquierdo.
Uno de los neurocientíficos que de verdad han pulverizado las certezas científicas precedentes es Joseph Le Doux, a partir de sus cruciales experiencias sobre el condicionamiento al miedo y sus investigaciones sobre una minúscula almendra alojada en el cerebro, llamada simplemente “amígdala” (nada que ver con las glándulas que los pediatras extirpaban masivamente a los niños en la década del 60).
La vida emocional tiene asiento en una zona del cerebro conocida como sistema límbico, y en particular, en ese minúsculo racimo de conexiones conocido como amígdala. La amígdala tiene forma almendrada y se asienta sobre el tronco del cerebro, cerca del anillo límbico, un sector del cerebro primitivo que se ocupa de gran parte del aprendizaje y el recuerdo. Existen dos amígdalas, una de cada lado, apoyadas hacia el costado de la cabeza. El hombre tiene estas almendras de un tamaño notoriamente mayor al de cualquier primate.
Le Doux refinó sus investigaciones sobre la amígdala como administradora de sentimientos como el miedo. Según su teoría, la amígdala es la gran transmisora de la información recogida por los sentidos hacia el cerebro, que dispara las reacciones y acciones. En la actualidad, los neurocientíficos creen que muy pronto podrán responder a las preguntas del millón: ¿qué es la emoción?, ¿cuál es su ubicación exacta en el cerebro?
Lo que hace humano al ser humano
Cuando las víboras salen de sus huevos, inmediatamente corren a esconderse de sus madres, ansiosas por devorarlas. En cambio, un mamífero no necesita escapar. En un momento de la evolución genética de las especies, una nueva capa de corteza se agregó a las capas primitivas de corteza cerebral, encargadas de planificar y coordinar los movimientos y decodificar las percepciones. Una de las diferencias cruciales entre reptiles y mamíferos es que estos tienen una neocorteza, una especie de segundo cerebro que lo recubre, con mayores conexiones, que les permiten una variedad de sensaciones desconocidas para el reptil. El hombre es la especie con la mayor neocorteza.
Hijo de un carnicero de Louisiana, a Joseph Le Doux le fascinaba manipular los sesos de las vacas. Más que ninguna otra víscera, aquella compensaba su color neutro con sorprendentes finitas en relieve. Con los años, Le Doux se especializó en neurofisiología y actualmente es profesor en la Universidad de Nueva York. A partir de 1992, asombró al mundo científico con sus evidencias sobre el condicionamiento al miedo en ratones: sus experiencias marcaron el cierre de las investigaciones neurológicas de los años 80. Le Doux logró rastrear los canales neuronales que llevan a la formación de los recuerdos sobre experiencias emocionales primitivas. Por ejemplo, desterró la extendida creencia de que el hipocampo -una pequeña porción en el mapa cerebral- era la pieza clave del sistema límbico. Las investigaciones de Le Doux y otros especialistas sugieren que en realidad, este solo se encarga de dar una memoria acabada del contexto: distingue un oso en la.juguetería, de un oso durante una caminata en la montaña. Pero es la amígdala la que registra el clima emocional que rodea toda la información.
La mayor contribución, que ha promovido desde la teoría pedagógica hasta las especulaciones de Golem emparentadas con la new age, fue discernir el papel de la amígdala cerebral en las emociones. La capacidad de dar respuestas emociones. La capacidad a los estímulos -acertadas y apropiadas en tiempo, y contexto- está dada por la cantidad de conexiones entre la neocorteza, la más racional y el sistema límbico, el cerebro primitivo Dentro de este, reveló Le Doux, la amígdala se especializa en las emociones. Una rata a la que se le extrae la agmidala ya no podrá sentir ni furia ni miedo: será una rata impasible. Un hombre sin amígdala como se ha visto en casos quirúrgicos- siente pero no puede discernir lo que siente, ergo no puede decidir: tiene conciencia, pero no es consciente de ella. Le Doux demostró que la amígdala reacciona a los estímulos emocionales como una red de telégrafo, que envía el mensaje de emoción al resto del cerebro. La neocorteza por sí sola podría tomar las decisiones necesarias, pero tardaría demasiado. Goleman describe su función comparándola.
¿Llegó la hora de la disciplina para la amígdala? El periodista cree educación de las emociones. Los artículos de Le Doux en la revista Scientific Arnerican no pierden tiempo en imaginar una sociedad sin violencia pero también sin rebeldes ni transgresores, ni gente que ande por ahí haciendo papelones, con un zapato de cada color. Un grupo de científicos, sin embargo, hizo una experiencia que demuestra de manera contundente los efectos de la miseria en la arquitectura del cerebro. En 1985 el equipo estudió una sociedad de ratas “ricas”, que vivían en buenas jaulas, con- ruedas y toda clase de juguetes, y otra sociedad de ratas “pobres”, hacinadas y sin estímulos. Las primeras desarrollaron una neocorteza más pesada y con mayores conexiones-que sus hermanas pobres. No es sorprendente que las ratas ricas supieran resolver mucho mejor las trampas de laberintos. Garantizar la igualdad de acceso a la educación, más allá del cociente intelectual o el coeficiente emocional, sigue siendo la clave para garantizar la democracia del cerebro y una amígdala sana, sin grandes sobresaltos.
En la Argentina las empresas de selección de personal reconocen que para calificar a un candidato no solo importa el coeficiente intelectual. Sus evaluaciones apuntan a detectar también la capacidad de aprender y de relacionarse.
Para Agustina Fernández Dabusti, responsable de evaluación psicológica de Prise Waterhouse, cuentan incluso "la disposición para concertar la entrevista, el vestuario elegido y el modo de saludar y expresarse". Las pruebas que el postulante sortea en Price son: un test de inteligencia tradicional que suele ser el de Raven (series de elementos en los cuales se debe seleccionar el siguiente utilizando la lógica), una entrevista personal, el test de Rorschach (interpretación de láminas con manchas) y una experiencia grupal. “En ella planteamos a los candidatos una situación similar a la que deberían resolver de acceder al cargo. Deben interactuar con sus competidores, asumir el liderazgo o cederlo, y coordinar los aportes de cada uno”, explica la gerente Verónica Botto.
Meyer Goodbar, presidente de Amrop Argentina, dice que “a las empresas no les sirve el mejor calificado en un test de inteligencia sino el que más se adapta y mejor aprende”. Para detectar estas capacidades no recurre a los tests tradicionales sino a módulos de actividades que el postulante resuelve en su casa. Se trata de tres ejercicios de expresión en los cuales debe relatar su experiencia curricular, su situación familiar y su opinión sobre las cosas que suceden en el mundo y la resolución de un caso práctico relacionado con su actividad en la empresa. El candidato, por ejemplo, debe planificar estrategias de publicidad o de comercialización, o resolver el pasivo de la compañía. “No nos preocupa que busque la ayuda de expertos; en su trabajo va a contar con asesores, pero debe encontrar la solución y defenderla", aclara Goodhar
Para desalentar a los candidatos que han estudiado de memoria el archifamoso test de Raven, Cristina Bomchil directora de Valuar, diseñó una combinación de este con el test del dominó, que opera con el mismo principio de hallar en una serie el elemento que sigue a través de la lógica. También utiliza tres tests que indagan en la personalidad del individuo: el de Rorschach, de interpretación de láminas y otros dos que consisten en dibujar una persona y un árbol. Un análisis grafológico ayuda a explorar hasta el último rincón de la interioridad del candidato. Según Bomchil esta batería de test evita encandilarse con los mejor posicionados en la prueba de inteligencia. "Suelen ser los 'pescados', personas de sangre fría incapaces de entusiasmarse o motivarse con lo que hacen, con tendencia a aislarse”

Eva Marabotto

Fuente: Clarín 1º de setiembre de 1996 - segunda sección - página 10

Viviendo el Milenio

Con los pies en la Tierra, podemos hacer que los pensamientos soÑadores se realicen pues tienen dónde enraizarse.
Dándonos cuenta de cuales son nuestros verdaderos apoyos, podemos proyectarnos hacia el infinito, pues esa proyección tiene un real camino de retorno. Descubrirlos, asentuarlos y usar esos apoyos es lo que propongo trabajar en este próximo encuentro, y cómo, desde ellos podemos con los otros, o, sólo con nosotros mismos recrear, amenizar y lograr una plena capacidad de recursos para nuestra vida cotidiana, por ejemplo, el artista que de su recondido espíritu creador pueda expresar libremente su obra, para los padres que desean acompaÑar en el crecimiento a sus h~/os, para eljóven, el niÑo o el anciano, que necesita saber dónde están sus bases y dónde las de su entorno, sabiendo y aprendiendo de nosotros, podemos saber, aprender y comprender del y al otro, teniendo amplitud de criterio y pensamiento, podemos hacer que crezca y se expanda todo lo necesario para cubrir beneficiosam ente, ayudándonos a crecer desde nuesfro enraizam lento hacia lo infinito, pues todo lo que deseamos podemos lograrlo, todo lo que creamos podemos crearlo, solamente necesitamos creer en lo que podemos crear.
Nuestro cuerpo ese maravilloso envase que envuelve nuestro Ser, con él y desde él les propongo juntos descubrir.

Que es Biodanza?

BIODANZA: ES LA DANZA DE LA VIDA

La base conceptual de Biodanza proviene de una meditación sobre la vida, o tal vez de la desesperación, de nuestra vacía y estéril estructura de represión. Podríamos decirlo con certeza: de nostalgia de amor. Biodanza más que una ciencia es una poética del encuentro humano, una nueva sensibilidad frente a la existencia. Su metodología promueve una sutil participación en el proceso evolutivo. En busca de una reconciliación con la vida, llegamos finalmente al "movimiento primordial" a nuestros primeros gestos. Biodanza realiza así, la restitución de los gestos humanos naturales; su tarea es rescatar el secreto perdido de nosotros mismos: los movimientos de conexión. Una clase de Biodanza es la invitación a participar de la Danza Cósmica de la que habla el poeta sufí:
"Oh día, levántate!...los átomos danzan, las almas, arrebatadas de éxtasis, danzan, la bóveda celeste, a causa de ese Ser, danza. Te diré al oído hacia donde conduce su danza: Todos los átomos que hay en el aire y en el desierto- compréndelo bien- están enamorados como nosotros y cada uno de ellos, feliz o desdichados, se encuentra deslumbrado por el sol del alma incondicionada". Biodanza tiene su inspiración en los orígenes más primitivos de la danza. Es importante esclarecer que la danza, en su sentido original, movimiento pleno de sentido. La danza es un movimiento que surge de lo más entrañable del hombre. Es movimiento de vida, es ritmo biológico, ritmo del corazón, de la respiración, impulso de vinculación con la especie, es movimiento de intimidad. La danza es por lo tanto, la celebración de nuestra comunidad con los hombres y de nuestra legítima alegría de vivir.

Fuente: Teoría da Biodanza vol. I. Rolando Toro Araneda

Como se trabaja en Biodanza

La propuesta de Biodanza es el desenvolvimiento de cinco líneas de vivencia y movimiento:

Vitalidad, Sexualidad, Creatividad, Afectividad y Trascendencia.

Vitalidad: es el ímpetu vital, la energía del individuo para enfrentar el mundo y relacionarse con él. Esta energía se desarrolla y se expresa en virtud del movimiento, el juego, la actividad y el reposo.

Sexualidad: Nace y muere con el ser humano, se relaciona con la capacidad de sentir deseo y placer. Tiene que ver con el contacto y la vinculación profunda con el otro.

Creatividad: es el elemento de renovación, esta relacionado con el pensamiento divergente, con la acertividad de elección y acción, con la expresión. La mecanización, la repetición, la copia, son algunos de los mecanismos que paralizan la creatividad.

Afectividad: es el mundo emocional y sensible de la persona, tiene relación con la vinculación que se establece con el otro, con el grupo, con la comunidad.
Trascendencia: es la capacidad de ir más allá del propio ego y vincularce con unidades cada vez mayores. Se relaciona con los lazos de armonía con el ambiente.